Mi análisis sereno, aunque no tanto, de las medidas que Nicolás,
mi empleado, aunque lamentablemente no el mejor, anunció ayer, según recoge la
prensa el día de hoy.
Infiero, y creo no estar muy lejos de la realidad, que una
de las variables considerada fue la posibilidad del referendo revocatorio del
mandato, de ahí incluye el aumento del salario mínimo, aunque no aumento
general, con lo que achica las escalas salariales, así como aumento del bono de
alimentación, que no tiene incidencia alguna en los beneficios salariales, a
pesar que niega este último beneficio u otro similar a los jubilados POR FALTA
DE RECURSOS.
Luego destaca el aumento de gasolina, por todos esperado,
descartando un aumento escalonado y progresivo en el tiempo, ajustado al salario
mínimo o a la unidad tributaria, lo que le hubiera permitido mantener en el
tiempo los ajustes correspondientes. Ahora bien, hace presumir según la
experiencia popular, que habrá de escasear la gasolina de 91 octanos a razón del diferencial
a la de mayor octanaje.
Sin embargo, no expone nada respecto de la venta del petróleo
a precios preferenciales y a crédito a largo plazo a sus aliados, aunque si
indica que es necesario sanear a PDVSA, con lo que confiesa que esta empresa
estatal no está sana. De ahí, y pendiente de posibles embargos, creó la semana
pasada la empresa similar y con el mismo objeto, sólo que ahora en manos de las
FANB. Por cierto que no sería de extrañar que en los próximos días les dé un
aumento, digo a la FANB
Sin indicó que el aumento de la gasolina servirá para el
Fondo Nacional de Misiones –no sabía que existía-, así como para fortalecer la
misión transporte, con lo que cree que no impactará, el aumento de la gasolina,
en los precios del transporte público, así como el de mercancías.
Además y como otra de sus políticas populistas, pero
excluyente, anuncia la tarjeta de alimentación para la misiones, otra lista
Tascón, pero a la inversa, es decir, no le dará la fulana tarjeta sino a sus acólitos.
En cuanto al nuevo esquema de divisas, aumenta
porcentualmente menor al precio de la gasolina, el dólar que ahora llama
protegido, y con el cual se debería comprar alimentos y medicinas, entre otros,
y ya sabemos los niveles de escasez que ambos renglones registran, lo que hace
pensar, que muy probablemente los altos niveles de corrupción se mantendrán o quizás
no, muy probablemente aumenten.
Por otra parte, se centró en lo referido al sistema de
abastecimiento y distribución de alimentos, que confesó estaba podrida la red
de abastos, y creo que fue justo cuando le dio la palabra a Aristóbulo, quien
citando a no sé a quién, indicio que: Es necesario mantener bajo control la producción
de alimentos, así como su distribución, lo mismo que los dólares.
Ah y no se puede ignorar que Nicolás comunicó que vendrá un
plan de revolución tributaria, lo que sin duda habrá de incluir el pago de
mayores impuestos, que podría indicar que está dirigido a las empresas, pero
como ya sabemos todos, eso se traducirá en el aumento de bienes y servicios.
Así las cosas y desde mi mirada humilde y sencilla, pero crítica, este gobierno sigue
la misma senda recorrida hasta ahora, y en consecuencia, sigue recetando lo
mismo que nos trajo hasta donde estamos.
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