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miércoles, 30 de septiembre de 2015

PAN PA´ HOY Y HAMBRE PA´ MAÑANA


¡SEGURO!

Desde hace varios días me he propuesto realizar esos ejercicios que tanto me sirven para drenar, es decir, escribir, lo que claro no tiene una incidencia directa, o lo que es lo mismo, que alguien se detenga a leer lo que escriba y menos a manifestar simpatía o crítica alguna. Cosa que no aspiro, aunque debo confesar que es agradable saber que alguien lo leyó.
Sobre los temas a reflexionar, son varios aunque coinciden en lo atinente a la desgracia económica que nos toca vivir, y que cada día más, parece empeorar. Es así como hoy me dedico respecto de los resultados de la II Convención Colectiva Única de los universitarios, que visualizo en mi intimidad, como un gran fraude al gestarse desde una supuesta unidad inter-gremial que más allá de incluir las diversas organizaciones de los docentes, estaría compuesta por los trabajadores, comprendido el personal de apoyo y administrativo, trampa en la que se escapó el magisterio venezolano, a quienes en mayo dieron en justeza un aumento del 50% y ahora en la discusión de su contrato lo hacen con base a 2,5 salarios mínimos y de manera independiente, es decir sin la inter-gremial.
Lo planteo como un fraude, por su resulta respecto de lo convenido de la asignación salarial, pues al no llegarse a cumplir las expectativas o justas aspiraciones de todos los gremios, se convino por mayoría, aceptar la propuesta salarial del ministerio, que de antemano la novísima e irrita Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela (FTUV) había anunciado con bombos y platillos, el crédito adicional aprobado por el ejecutivo nacional para tales fines, lo que se concreto con un desigual aumento entre trabajadores, lo mismo que al trastocar las tablas salariales, que muestran una situación irregular respecto de docentes y muchas otras barrabasadas más, sin importar dispositivos legales y constitucionales.
Antes de proseguir, estimo necesario el dejar claro los legítimos intereses de administrativos y obreros en aceptar la propuesta, lo que lamento es que no se dio trato igual a los docentes universitarios.
Entre los argumentos que se pretenden esgrimir, desde el gobierno y su federación afecta, léase FUTV, se incluye lo justo de estos salarios, como si al recibir aumentos superiores no lo fueran, además de argüir  a manera justificadora la caída de los precios petroleros y por supuesto, la guerra económica, que dicho sea de paso, aunque parece un boxeo de sombra, la estamos perdiendo y por mucho.
Con tales argumentos se nos pide hacer un sacrificio, sacrificio que no se aprecia desde la alta jerarquía gubernamental, que de haber sido así, ya habrían procedido a reducir sus asignaciones o emolumentos el presidente, ministros y viceministros, que los hay en demasía, reducido el bono alimenticio los magistrados del TSJ, verdaderamente combatido la corrupción y reducido los gastos suntuarios, asunto antes anunciado aunque sin ningún resultado, pero como si fuera poco, divulgan como una gran victoria,  la donación de 5 millones de $ para la siembra de arroz en África, no en Venezuela, lo mismo que la donación de 300 casas en Dominica y por si fuera poco la compra de 12 Sukhoi, además de  la importación de cualquier cosa, pues: ¡No importa lo que se importe, lo que importa es que se importe!
Tales tesis con las que pretenden convencer a los trabajadores universitarios en relación a los aumentos pactados, parcialmente, son presentados por personeros ministeriales y no por la representación sindical que suscribió los mismos y que además no procuró, y parece que tampoco consideró, el aumento de beneficios como el bono vacacional, el de fin de año, la prima doctoral, y las que fueron consideradas sólo aumentaran para este año (2015) sin tener en cuenta incremento alguno para el año 2016, a pesar que la IICC tiene una vigencia de 2 años.
En la exposición que de la IICC hace el patrono y no los gremios docentes a quienes financiamos los profesores universitarios, se enfatiza en la cuantía de los retroactivos a percibir y el cronograma de pago, que debido a lo paupérrimo de los ingresos actuales padecemos, como dicen los pavos viejos, son una Boloña, de ahí que muchos se preguntaban en su desesperación: ¿Cuándo será el pago? ¿Cuánto me tocará? y ¿Cuánto le corresponde a un profesor de tal o cual categoría y esta dedicación? Todas interrogantes validas que reflejan el nivel de desespero y sobrevivencia actual.
Lo anterior lo ilustra un gran amigo con la imagen de la zanahoria y el mazo, es decir, estamos pendientes del dinero que nos pagaran y por detrás nos castigan o lo harán en breve tiempo. Ninguno de quienes asistimos por lo menos a la asamblea del CULTCA-UPTAMCA (24 de sept. 2015), nos detuvimos a considerar sobre las condiciones de trabajo, la dotación y otros elementos claves para el desarrollo de nuestra labor básica. En fin, el padecimiento actual nos nubla la mirada y hasta el entendimiento y creemos que “la bonanza por venir en los meses siguientes” se mantendrá en el tiempo (2016).
Sin embargo, en enero próximo habremos de ser impactados por nuestra triste realidad cuando lo poco que ganaremos no nos permitirá satisfacer nuestras necesidades más elementales, y que en nada reconoce nuestra preparación, experiencia, dedicación e importante labor, que cuando se compara con otras profesiones debemos entender que son otras las prioridades del gobierno, como el caso de los militares que año a año reciben aumentos que rondan el 40%, lo mismo que ciertos cuerpos de seguridad.
Este año se encuentra signado por un proceso electoral que no estará en la agenda del 2016, lo que permite inferir, de acuerdo a la experiencia, que el trato para el próximo ejercicio fiscal, a la luz de todos los pronósticos económicos será aún peor, aunque muy probablemente el gasto en armamentismo aumente sin que ello elimine males como la inseguridad. Lo único cierto hasta ahora para el venidero año, visto la IICC, es el incremento en la cláusula por hijos especiales, el cesta ticket por efecto de la UT y el aumento para septiembre del 20%, pues aunque se incluyó una disposición de contingencia para activarse en el mes de abril, ello no implica que será así y el ejemplo lo tendremos los próximos días cuando seguramente aumentará, visto el panorama electoral, el salario mínimo, sin que ello conlleve un ajuste en las tablas salariales de los universitarios, lo que se aspiraba contemplar en este acuerdo colectivo.
Así las cosas, son varias las conclusiones a las que podemos llegar:
1º La crisis económica impactará en primera instancia y de manera virulenta a los trabajadores.
2º El gobierno pide sacrificios que ellos no están dispuestos a asumir.
3º No se aprecia propuesta alguna que permita atender verdaderamente la crisis económica actual, sino que por el contrario, todo parece indicar que se agudizará.
4º La educación universitaria no es parte de la prioridad del ejecutivo, aunque los militares y otros cuerpos de seguridad, no todos, si.
5º La dirigencia sindical universitaria, o quienes se abrogan tal carácter (FUTV), sin ser electos, no defendieron, ni defenderán, las más legitimas aspiraciones de sus agremiados y lo peor es que no son capaces de asumir su responsabilidad.
Y qué podría recomendarse. Pues bien, si tiene un ingreso extra por actividad paralela como repostería, compra-venta de algún producto, pirateando como taxista u otro, no lo deje creyendo en este trimestre que queda, ya resolvió sus problemas económicos, porque en enero, la vaina será peor.
En fin, esto es pan pa´ hoy y hambre pa´ mañana y somos sólo nosotros, los trabajadores, los que podemos cambiar esta triste realidad, debiendo empezar en el caso del CULTCA-UPTAMCA, sin mezquindad alguna, por nuestras organizaciones de base además de participar en el proceso de transformación de nuestra institución.
Posdata. Sabía que el contrato colectivo actual, vencido y por iniciarse una nueva discusión, de la industria petrolera, contempla un bono de alimentación que supera por creces su quincena, incluido el aumento de junio como trabajador universitario. Claro que ello quizás sea un acto de justeza, la pregunta sería por qué no es igual para el caso de los universitarios.
Otra vez yo.
@OrestesSalerno

Un libre pensador

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