Frente a la incertidumbre en cuanto al desempeño
laboral de los docentes en Venezuela, hay dos cosas que llaman la atención del
gremio: O se actúa frente a tal incertidumbre o se guarda absoluto silencio.
Como el tema es sumamente complejo y arduo, se está utilizando una vía alterna
para confrontarlo. Esa vía inicial es una convocatoria. Pero, ¿Qué nos convoca?
Para el lunes 29 de junio a las 9:00
a.m., la Prof. Miriam Castellanos, en su condición de Presidenta de
SNBOPROCULTCA, ha convocado a una asamblea del personal docente del
CULTCA-UPTAMCA, en ocasión de discutir y procurar pronunciamiento respecto de
la II Convención Colectiva Única de Trabajo –en discusión-, así como en torno a
las nuevas tablas salariales generadas a partir del incremento unilateral del
patrono, entiéndase Presidencia de la República.
Sin duda, que las razones que imponen tal
convocatoria es por todos, más que harto conocidas, vivencias que cada día más
cercenan nuestra posibilidades económicas y quizás ello genere una asistencia,
sino masiva, bastante considerable. ¡Ojala que así sea!
Justo es de precisar que si bien una equitativa
recompensa salarial, de acuerdo con los teóricos, no resulta en un elemento
motivante, su inequidad por el contrario, si desmotiva, lo que he podido
patentar en conversaciones con muchos compañeros, en quienes se aprecia una
desesperanza arropada por la incertidumbre, que no parece se despejará con la
firma de la II Convención.
Aquí debo recordar lo que para el momento de
haber logrado la I CC, enfatizaba cuando indicaba que aquel aumento no era
malo, que lo malo era lo tardío del mismo y que en poco tiempo sería
insuficiente. Lamentablemente, el tiempo me dio la razón, y habrá de seguir
siendo así, dado por dos razones básicas, una el desconocimiento, incluso por parte
de algunos gremios patronales, de las normas de homologación que permitían la
recomposición salarial y la otra, porque se concentran casi que de manera
exclusiva en lo meramente remunerativo, desatendiendo elementos referidos a la
seguridad social, como el caso de las pólizas de hospitalización, cirugía y
maternidad, por sólo destacar una de manera puntual.
En este mismo sentido, estimo conveniente de
manera individual y asumiendo, como siempre, mi responsabilidad por lo que digo
y escribo, varios los aspectos que debo destacar. En primera instancia, resulta
clave recordar que la primera CC venció en diciembre de 2014, debiendo los
gremios, según la misma convención, haber presentado la oferta económica de
manera que las discusiones correspondientes se iniciaran oportunamente, asunto
que no fue así debido fundamentalmente por artimañas legales y complacencias de
parte de gremios que se patentó en el surgimiento de la fulana FUTV,
prontamente reconocida desde las esferas patronales, por un asunto meramente
político, aunque desconozco su legitimidad de origen (una semana bastó para
legalizarla).
Otra de la tretas se centró en el
desconocimiento de organizaciones sindicales a los efectos de la discusión de
la convención colectiva, hasta que por fin parecía existir la unidad gremial,
que insisto, en momentos pareció ser saboteada con el surgimiento de la
referida federación, iniciándose la discusión de la II CC el 04 de junio del
corriente año, luego de consignar la propuesta el 20 de mayo de 2015. Aquí es
oportuno recordar que el patrono (MPPPEUCT), se tomó más del tiempo concedido
en la LOTTT para su admisibilidad.
En medio de la desesperación económica, se
invocó la cláusula de contingencia de manera de lograr la recuperación
salarial, asunto que en apariencia fue asumido por el patrono (Presidencia de
la República) a partir del 1ero de mayo, a pesar que debería haber tenido
retroactivo desde enero. Sin embargo, y para que podamos apreciar la verdadera
unidad gremial, el Ministerio del Poder Popular para la Educación, concedió al
magisterio venezolano de manera lineal y a partir de la misma fecha, un aumento
lineal del 50%, a pesar que su convención colectiva vence en septiembre de este
año.
Lamentablemente, el patrono–ministerio, generó
unas tablas salariales con las que se distorsionaron las escalas, asignando
unilateralmente, unos aumentos pírricos que han generado todo un natural
malestar y aumentar la incertidumbre, a pesar que se ha insistido que servirá
de base a los efectos del cálculo del bono vacacional.
Efectivamente, la lucha que debemos dar por
encima de cualquier diferencia político-ideológica, es clave a los efectos de
lograr una justa reivindicación, empero, no podemos obviar la necesidad de
verdaderamente logar tal unidad, lo que pasa por contar con dirigentes
gremiales que además de cumplir con el principio de pureza, defiendan,
efectivamente a sus agremiados y no asuman para sí, el discurso del patrón.
Por otra parte, aunque podría ser tedioso por lo
largo de este escrito, la realidad particular del CULTCA-UPTAMCA, debe
llamarnos a la reflexión crítica y al mismo tiempo, imponernos acciones
concretas para superar, lo que para mí, y sé que para muchos otros también,
aunque no lo puedan decir a viva voz, resulta en una situación calamitosa desde
diversas aristas.
Desde la perspectiva gremial, es harto conocido
el rol que desde la creación de SINBOPROCULTCA ha venido desempeñando en
nuestra institución, situación de la que al menos hemos sido cómplices, sino
por acción, si por omisión. Lamentablemente, esta instancia gremial no ha sido
suficientemente empleada en la defensa de los más legítimos intereses de sus
afiliados y docentes en general, y muestra de ello resulta evidente en la poca
cantidad de asistentes, en las pocas convocatorias que se han realizado, así
como en la posibilidad, hasta ahora, de haber logrado la adecuación sindical
exigida por la LOTTT a pesar de contar con el documento a tales fines.
Ahora bien, la realidad gremial no es la única
calamidad por la que atravesamos. En lo académico y a pesar que me encuentro de
año sabático, al menos parece una verdadera tragedia, según se desprende de lo
comentado por varios colegas en las redes sociales, quienes parecen pegar
gritos desesperados a manera de salvar la academia, responsabilidad nuestra, en
tanto docentes universitarios que nos debe llamar a la reflexión y a una
inmediata acción. Ciertamente, alguien podrá indicar que la realidad económica
nos impone buscar alternativas para lograr obtener un ingreso con el que
sostener nuestro grupo familiar, pero no es mediante el abandono de nuestra
principal actividad que lo debemos alcanzar.
Las formas de relacionamiento y con ellas, el
mantenimiento de principios y valores fundamentales como el respeto y el reconocimiento,
pueden ser elementos claves a tales fines, sin embargo, no podemos esperar que
ello sea dado sino que requiere ser exigido, aunque con respeto, de manera
contundente y categórica, siendo l la transformación, una oportunidad que
debemos aprovechar, sin olvidar nuestra historia, pues no emergerá una
institución nueva, sino que es desde los 40 años recorridos por el CULTCA que
surgirá la UPTAMCA.
Igualmente, lo concerniente a la dotación de
materiales y equipos, así como el mantenimiento de la infraestructura, juega un
papel clave, asunto sobre el que igualmente debemos exigir, así como vigilar el
uso de los recursos económicos asignados. Y a esta lista de necesidades del
gremio añadir, la necesaria y urgente revisión, evaluación y supervisión de los
Programas Nacional de Formación y el desempeño de los docentes que en conjunto
y en muchos aspectos, evidencian notables incongruencias que están
repercutiendo en la absoluta desmejora académica.
En fin, somos nosotros, activos y jubilados,
ordinarios y contratados, todos, los llamados a cambiar nuestra triste
realidad, de manera que es hora de actuar frente a la incertidumbre que nos
aflige o seguimos guardando el silencio cómplice para resaltar el adagio
popular ¡El que calla, otorga!
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