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viernes, 21 de abril de 2017

El breve reposo de la mensajería

Que no nos atrape la red
Sin duda que lo vivido en la noche del 20 y amanecer del 21 de abril en las redes sociales, marcó un hito en la cotidianidad de muchos venezolanos, además de generar enormes expectativas en quienes aspiramos, como un derecho y hasta como un deber, un cambio en la conducción política de nuestro país.
Entre nosotros, los opositores, hay de todo, pero quienes con justas razones criticamos al gobierno por su verbo enardecido y soez, su violencia, inobservancia de las leyes y los principios más básicos de civilidad, contra la corrupción y muchas atrocidades más, no podemos emplear sus mismos medios e instrumentos, y por el contrario, debemos insistir en la disputa pacífica, democrática, electoral y constitucional, que aunque nos ha resultado en un camino tortuoso, es el camino para re-institucionalizar el país.
Nuestro reclamo versa por el reconocimiento, no de los diputados electos, sino por nuestra manifestación voluntad al elegirlos a ellos, por la debida separación de los poderes públicos y en contra del golpe continuado de parte del ejecutivo por intermedio del TSJ y el CNE, por la celebración de las elecciones a gobernadores cuyos periodos constitucionales están vencidos, y próximamente de alcaldes, la apertura del canal humanitario, la liberación de los presos políticos, además de realizar las debidas investigaciones de tantos casos de corrupción.
Para quien esto escribe, los magistrados del TSJ deben ser destituidos por romper el hilo constitucional, no pudiendo argumentar razón alguna -ignorancia u otra-, así como a los rectores del CNE que igualmente violan la constitución al no hacer el debido llamado a elecciones, sino que, por el contrario, emplean las más viles argucias para retardar cualquier consulta.
Sin duda, que nos enfrentamos a un régimen que habrá de emplear todos los medios posibles para entronizarse en el poder, no para servir, sino para servirse de él, sin dar cuenta de los malos manejos que del erario público han hecho.
Lo que no podemos hacer, quienes estamos del lado correcto de la historia, es entrar en estado de desesperación y creer en soluciones mágicas e inmediatista, creer que, en un mensaje de texto o un audio, ya termino este gobierno, dejarnos confundir con tantos mensajes cuya intención no es otra que la de confundir y frustrarnos, para luego llevarnos a la desesperanza.
Ya el liderazgo opositor nos ha destacado de lo mucho que se atreverán quienes, por ahora, detentan el poder abusando de nuestros recursos, y para muestra de ello, las múltiples amenazas que de todo calibre nos han proferido.
Dado el blackout informativo, además del silencio cómplice -traición social- de muchos medios de comunicación, las redes sociales son una alternativa válida para mantenernos informados, para lo cual, debemos estar muy atentos a los intentos del gobierno y sus personeros, en desinformar. De manera que, resulta crucial seleccionar nuestras fuentes, verificar la información recibida antes de compartirla, y de ser posible, hasta denunciar a quienes pretenden confundir.
Lo que sí, no nos está permitido, es claudicar ante las pretensiones hegemónicas de este desgobierno que sin duda nos lleva por el peor de los derroteros, recordando en todo momento, que nuestras aspiraciones son y tienen que seguir siendo pacífica, democrática, electoral y constitucional, además de rechazar todo acto vandálico.
Así que, a seguir empleando nuestras redes sociales para informar de manera veraz, aunque es prudente recordar que no puede ser la única trinchera a emplear.

Un libre pensador

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