RAFAEL SIMÓN
JNIMÉNEZ
Tiempo de verdades
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Tal me pareció de pertinente el mensaje de Rafael Simón Jiménez, contenido en su columna Tiempos de verdades, aparecido ayer –viernes
27 de mayo-, en el diario El Nuevo País –Pág. 4 que lo transcribo integro,
aunque sin su autorización, para que le llegue a los honestos pensadores de
la izquierda, a quienes pusieron su fe y empeño en lo que se dio en llamar la
Revolución Bolivariana del Siglo XXI
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En los sectores
civiles y militares, vinculados al denominado "El Chavismo Histórico",
hay una preocupación cada vez más activa sobre la capacidad de la cúpula
gobernante no solo para destruir Venezuela, arruinar su economía, poner a pasar
hambre a su población, sino para demoler las bases del proyecto político y
social que permitió el arraigo y predominio del liderazgo del fallecido
mandatario.
Para quienes
desde los cuartele primero, y más tarde desde la calle, secundaron los
planteamiento reivindicadores de Chávez, frente a la decadencia y colapso de la
denominada IV República, tiene que ser motivo de angustia que el actual Régimen
en sus actuaciones, sea la negación de los postulados originarios que los
motivaron. La denuncia de la pobreza, la corrupción, represión y la entrega del
país, voceadas por los seguidores de Chávez, en la década de los noventa, son
ahora el pan de cada día, agravados por un cogollo que gobierna contra la
gente.
Poner a pasar
hambre y necesidad al pueblo, pero especialmente a los más pobres. Ser
insensibles e indiferentes a los padecimientos extremos de la gente incluyendo
a grupos vulnerables de niños, madres y ancianos. Apelar a la represión
selectiva e indiscriminada para mantenerse en el poder. Saquear impunemente los
fondos públicos y negarse obstinadamente, incluso al precio de llevar al país a
una tragedia colectiva, a permitir que la soberanía popular se exprese, son
conductas que niegan y contradicen las predicas sobre las que se cimentó la
extraordinaria implantación social del chavismo.
Para quienes de
buena fe creyeron en Chávez, y si aún son fíeles a "su patrimonio y legado"
es harto difícil permanecer callados e indiferentes a las arbitrariedades,
disparates y desmesuras de quienes en mala hora heredaron el poder. Para ellos,
que no solo comparten las extremas necesidades a que están sometidos los
venezolanos, sino que ven destruir ese portentoso movimiento popular que lideró
Chávez, es un imperativo de conciencia actuar y denunciar la traición de
quienes aferrados a las riquezas y privilegios del Gobierno, les importa un
pito acabar con Venezuela y el chavismo.
Traidores no
son quienes desde la fidelidad al liderazgo y pensamiento de Chávez lo
acompañaron desde la primera hora en su prédica en los cuarteles y más tarde en
la construcción de su formidable liderazgo social. Traidores son quienes
aferrados al poder con el propósito de terminar de "raspar la olla"
son indiferentes al padecimiento de la gente, y se niegan –aun a costa de
liquidar su propio partido- a permitir que el pueblo decida con su voto el
destino de Venezuela.
@OrestesSalerno
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